Hoy os traigo un arrocito. Como buena murciana soy muy arrocera, para mi es uno de los ingredientes más versátiles y me encanta combinarlo con todo.
Esta receta lleva muy poquitos ingredientes pero como siempre muy facilita y rica rica.
Espero que os guste
Ingredientes (2 personas):
Espárragos verdes finos (250g)
Arroz redondo (o especial para caldosos)
Una cebolla mediana
Virutas de jamón serrano
Queso parmesano
Mantequilla
Aceite
Pimienta
Sal
Preparación:
El primer paso es preparar los espárragos que servirán tanto para el caldo como para el arroz. Los lavamos y les cortamos la parte blanca del tallo que no nos sirve. El resto lo partimos por la mitad, de manera que nos quede una parte con las puntas y otra solo con tallos.
En una olla ponemos abundante agua (1l aprox.) y ponemos a cocer los tallos de espárragos con un cuarto de cebolla, aceite y sal. Cuando el agua haya cogido un color verdoso (6-7 min) apagamos el fuego y reservamos.
Cogemos un trozo de queso parmesano, del típico que se nos ha quedado duro en la nevera y cortamos (con cuidado de que no se nos escape el cuchillo) laminitas o taquitos pequeños. Reservamos.
Cortamos en dos o tres partes las puntas de los espárragos, dependiendo de lo largos que sean. Picamos el resto de la cebolla muy pequeña. En una sartén profunda (o cazo ancho) ponemos un chorro generoso de aceite y sofreímos la cebolla. Cuando esté trasparente añadimos los espárragos y dejamos un par de minutos más. Añadimos entonces la sal, en mi caso sal rosa.
Añadimos entonces el arroz, un par de puñaditos por persona, y dejamos sofreír unos minutos, para que absorba el aceite y el sabor. Es entonces cuando empezamos a añadir el caldo, con la ayuda de un colador y un cucharón. La idea es hacer el arroz tipo «risotto», es decir, vamos añadiendo caldo poco a poco, conforme el arroz lo vaya absorbiendo. Un par de cucharones cada vez es una buena medida. Lo más importante es no parar de remover, de manera que el arroz vaya soltando el almidón. Os recomiendo tener el fuego medio o suave para ir controlándolo mejor.
Una vez que hayamos incorporado los últimos cucharones de caldo y cuando estén casi reducidos añadimos los trocitos de parmesano, una cucharadita de mantequilla y un poco de pimienta y bajamos al mínimo el fuego. Cuando la mantequilla se haya derretido retiramos del fuego.
En una sartén a parte ponemos un poco de aceite y las virutas de jamón y sofreímos hasta que estén crujientes.
Servimos el arroz bien caliente y le incorporamos las virutas de jamón por encima.
Listo para disfrutar